Al celebrarse el día de hoy, 6 de julio, el “Día del Maestro”, quiero hacerle
llegar a todos los profesores de Piura y Tumbes, mi más cálida felicitación, así
como asegurarles mis oraciones por ustedes, sus alumnos y sus queridas familias.
Aprovecho esta ocasión para agradecerles de corazón todo el importante trabajo
que realizan, un trabajo trascendental en la vida de sus educandos y del Perú,
pero mal reconocido por el Estado y la sociedad en su conjunto.
A propósito de esta celebración, nos viene bien recordar este pedido del
Papa Francisco: “Quiero proponer a los educadores que añadan un nuevo
contenido en la enseñanza: la fraternidad. La educación es un acto de amor que
ilumina el camino para que recuperemos el sentido de la fraternidad, para que
no ignoremos a los más vulnerables. El educador es un testigo que no entrega sus
conocimientos mentales, sino sus convicciones, su compromiso con la vida. Uno
que sabe manejar bien los tres lenguajes: el de la cabeza, el del corazón y el de las
manos, armonizados. Y de ahí la alegría de comunicar. Y ellos serán escuchados
mucho más atentamente y serán creadores de comunidad. ¿Por qué? Porque
están sembrando este testimonio. Oremos para que los educadores sean testigos
creíbles, enseñando la fraternidad en lugar de la confrontación y ayudando
especialmente a los jóvenes más vulnerables”. 1
Hoy, quiero rendir de manera especial mi homenaje a los profesores de
educación católica. Es hermosa vuestra misión: Colaborar con los padres de
familia en su fundamental misión de ser los primeros responsables de la
educación cristiana de sus hijos; ayudar a desarrollar en sus educandos una
personalidad plena y libre, conforme a la medida de Jesucristo, el hombre nuevo
y perfecto; y lograr que nuestros jóvenes tengan una vivencia humana completa
y bien preparada.
Cada educador, como Jesús, está llamado a la misión de enseñar y ser
testigo de una experiencia mayor. Vivir la vocación y la misión educadora resulta
un desafío y una pasión. No pueden ser meros espectadores de la realidad
educativa, sino que están llamados a intervenir en ella de forma clara y directa,
discerniendo y aportando la calidez interior del encuentro con Dios. La
dimensión religiosa hace al hombre más hombre. Hace más persona a la persona
humana, y contribuye a dotar de unidad y sentido a todo el saber humano.
Les deseo a todos que el Señor les dé la alegría de no avergonzarse nunca de su Evangelio, la gracia para vivirlo, y la pasión para compartir y cultivar la novedad que mana de él, para la vida del mundo. Asimismo, que los renueve en su pasión por su trabajo, porque ustedes están llamados a vivir la santidad en su labor magisterial, y dar lo mejor de sí cada día a los niños y jóvenes a su cargo. Sean un referente de vida para sus alumnos, un ejemplo que los aliente a crecer no solo en el conocimiento, sino a también a crecer en una vida de fe.
Que María Santísima, sea vuestra guía, protección y consuelo.
San Miguel de Piura, 06 de julio de 2023
Día del Maestro
JOSÉ ANTONIO EGUREN ANSELMI,
S.C.V. Arzobispo Metropolitano de Piura