Estas enfermedades debutan por
diversas causas tales como por el uso de medicamentos, malnutrición, bacterias
inespecíficas, virales, fúngicas, orígenes genéticos o traumáticos, y todas
ellas, tienen el denominador común de la encía.
Los cuadros de inflamación gingival
sin alteración del periodonto subyacente se detectan con elevada frecuencia
entre la gente. Se establece que es visible en un rango de 20-50%, variando
según la edad de los individuos, su sexo y su raza. La gingivitis puede
detectarse en un 50% de los individuos mayores de 19 años, valor que va
disminuyendo conforme aumenta la edad. La presentan el 54% de los individuos
entre 19 y 44 años, el 44% de los sujetos entre 45 y 64 años y el 36% de las
personas de más de 65 años. Sólo el 15% de la población de más de 19 años no
presenta ningún tipo de alteración ni gingival ni periodontal, lo cual supone
la importancia de este problema silencioso.
Estas
enfermedades gingivales pueden estar inducidas por la placa bacteriana, por
factores sistémicos, la pubertad; el ciclo menstrual; la diabetes mellitus; la
leucemia; o por medicamentos; drogas; anticonceptivos orales; y en la mayor
parte de los casos por déficit de ácido ascórbico u otros nutrientes.