Según anunció –hipócritamente- la
representante estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, EE.UU. no regresará al
Consejo a no ser que se introduzcan reformas.
El Gobierno de EE.UU. se retira del Consejo de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas, según ha anunciado
la representante estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, en
conferencia de prensa conjunta con el secretario de Estado de ese país, Mike
Pompeo.
Según declaró Haley, el
compromiso de Washington con los derechos humanos "no permite [a EE.UU.]
seguir formando parte de una organización hipócrita que se
preocupa solo por sus propios intereses y se burla de los derechos
humanos". La representante reitera además lo que Washington
considera como "críticas injustas" hacia Israel.
"El enfoque desproporcionado y la hostilidad interminable contra
Israel son una prueba de que el Consejo está motivado por sesgos
políticos, no por los derechos humanos", afirmó Haley. Pompeo, por su
parte, subrayó: "[El
Consejo] socava nuestros intereses nacionales y los de
nuestros aliados", y añadió que EE.UU. "no será cómplice"
de ello.